No bastará con que España cubra los frentes bélicos abiertos en Irak y Afganistán siendo miembro activo de la OTAN, como hasta ahora se venía haciendo. Se ha dado un salto cualitativo en el grado de intervención e integración de nuestro país en el aparato político-militar norteamericano, que es quien, a través del Pentágono, controla a los diferentes ejércitos de la OTAN. No es del todo cierto que España se haya limitado, hasta el momento, a enviar tropas y soldados a Oriente Medio con el propósito de realizar tareas de vigilancia, mantenimiento y logística. Se sabe que, en diversas ocasiones, los soldados españoles han llegado a participar en operaciones bélicas e intervenido en el combate, si bien, existe un interés gubernamental por mantener este hecho oculto, solapado. Ahora, EEUU pretende que las acciones militares en las que participe y colabore el ejército español no sean solo de carácter logístico. Para defender sus intereses imperialistas y su hegemonía global, la principal potencia militar mundial, la norteamericana, tiene como objetivo trazar un plan intervencionista de carácter ofensivo. Dicho objetivo consiste en preparar tropas con capacidad para intervenir militarmente en cualquier país en 48 horas y asegurar la implicación, no solo de España, sino de todos los Estados miembros de la OTAN, en los principales focos de guerra que hay abiertos en el mundo y los que puedan acontecer en un futuro. Sobre todo, en puntos nodulares como las fronteras de Rusia, (especialmente Ucrania), en Africa (con Libia como foco principal) y Oriente Medio (siendo Siria el principal y más reciente frente de conflicto, con una cruenta guerra de por medio y miles de exiliados).
España va a pasar a ocupar un papel de enclave geoestratégico prioritario según el diseño del Pentágono. Lo contrario es lo que se ha venido produciendo en los últimos años en las bases militares que ocupan Italia o Alemania, en las que se han retirado aviones de combate. Asimismo, ha disminuido en 10.000 el número de soldados que estaban estacionados en distintos países europeos.
La base de Morón en Sevilla es utilizada en la actualidad como sede Central del AFRICOM. Nos hemos convertido en un puente de comunicación militar, en un punto geográfico determinante para la intervención de EEUU en el norte de África.
Tenemos el escudo antimisiles en la base de Rota (Cádiz). Según esta ubicación nos debemos considerar conejillos de indias, porque se trata de un laboratorio de pruebas militar capaz de interceptar misiles en el Mediterráneo, en todo el Oriente Medio y una gran parte de África.
En este escenario, desde el que nos hemos convertido sumisamente en una perfecta e integrada colonia militar yanqui, la presencia de efectivos ha aumentado considerablamente a partir de la realización en suelo español de las maniobras más espectaculares e impactantes que nunca jamás haya desplegado la OTAN, la llamada operación "Trident Juncture 2015".
El pasado 27 de septiembre se produjo el desembarco de numerosas fuerzas de la OTAN en Valencia. 200 aviones alemanes de la Lusftwaffe aterrizaron en el aeropuerto de Manises, así como otros procedentes de Bélgica, vehículos militares y tropas. Puerto de Sagunto recibió al primer buque que precede a una decena de ellos y que se esperan para transportar el material destinado a realizar estas maniobras que se van a ejecutar en diversos puntos de España. La operación Trident Juncture es un proyecto de envergadura, se trata de las mayores maniobras tácticas de la OTAN desde la Guerra Fría, además del mayor despliegue de Tropas conocido en Europa desde el Desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial. En Puerto de Sagunto se descargó un variado contingente, organizándose el traslado de vehículos de Policía Militar, unidades terrestres acorazadas y ambulancias mecanizadas de cadena, entre otros. En esta labor participó un equipo de 70 personas y también el Cuartel General de la Fuerza Logística Operativa (FLO), a la espera de que lleguen hasta la primera mitad de octubre una decena de buques civiles procedentes de diferentes ejércitos europeos.
Parte de este material se ha trasladado al Cuartel General de la OTAN en Bétera y al cuartel de Paterna.
En la consecución de estas maniobras, va a haber dos etapas: la primera, que ya se inició el 3 de octubre y que finalizará el 16, en la que se evaluará la capacidad logística y militar de respuesta ante un posible conflicto o acción bélica. La segunda fase tendrá lugar entre el 24 de octubre y el seis de noviembre, donde se efectuarán diversas operaciones aéreas, terrestres y marítimas, con infantería, desembarcos anfibios, lanzamientos en paracaídas, acciones en territorio urbano y la actuación de las fuerzas especiales que intervienen en situaciones de máximo riesgo.
35.000 efectivos militares en total, van a ser desplegados durante todo el tiempo que duren los ejercicios, del 3 de octubre hasta mediados de noviembre. Pertenecen a 32 países miembros y se extenderán por España, Cerdeña (Italia) y Portugal. Se calcula que van a ser utilizados más de 4.000 vehículos militares (carros de combate, vehículos de transporte de infantería, cazas, helicópteros, artillería antiaérea, equipos antimisiles y buques).
De esos 35.000 efectivos, 8.000 soldados serán combatientes españoles de los Ejercitos de Tierra, Mar y Aire, además se contribuirá con 25 carros blindados y carros de combate, 13 buques, 30 aviones (12 de ellos, Eurofighter) y diez helicópteros. España será quién mayores contingentes, efectivos y tropas aporte de entre todos los países aliados.
Las operaciones se desarrollarán, de conjunto, en 16 puntos estratégicos. El principal será España, que cobrará un protagonismo esencial en el objetivo de acaparar el control político y geoestratégico del norte de Africa así como por el hecho de situar la mirada en Europa. El resto se hará en Italia, Portugal y en aguas del Atlántico y el Mediterráneo.
Se contará con la participación directa de 20.000 soldados de las Fuerzas Terrestres distribuidos entre Zaragoza, Almería Cádiz y Chinchilla. Las fuerzas aéreas y cazas de combate se ubicarán en las bases de Torrejón, Zaragoza, Albacete y Son San Joan (Palma de Mallorca). Betera (Valencia), se considerará el Cuartel General desde el que se dirigirán centralmente todas las operaciones.
Las unidades logísticas de los Estados aliados, por su parte, jugarán un papel determinante para realizar las maniobras del "Trident Juncture". En concreto, la Brigada Logística española (Brilog), que ha empezado en la primera fase una actuación fundamental para garantizar el buen desarrollo y organización del proceso operativo. También será primordial la Fuerza Logística Española (FLO) que integra a la logística militar operativa (Logfas) y que incluye programas para el control de los incidentes y de movimientos de posicionamiento GPS, anteriormente aplicados en operaciones en Afganistán por las Fuerzas Armadas Españolas. Se implementa la colaboración de la Subdirección General TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), órgano vital para consolidar el éxito completo del proyecto. Por parte de la OTAN, el apoyo logístico se traduce en la ayuda por parte del Comando de Fuerza Conjunta de Brunssum y que dota a estas maniobras de los 35.000 soldados de 32 países mencionados antes, que reciben dirección y mando de más de 650 militares.
Todo este despliegue es la prueba directa e incuestionable de lo que están preparando para nosotros. Al tiempo que disminuye su hegemonía porque otros países le hacen frente, EEUU necesita acaparar recursos y financiación para sus guerras de intervención y ocupación mediante la fuerza y la imposición de la violencia, convirtiéndonos en cómplices de sus agresiones. Pretenden que apoyemos su proyecto de degradación, intervención y saqueo sobre los países a los que someten, extendiendo el hambre y la miseria, el terrorismo, los asesinatos de civiles indefensos, entre ellos mujeres, ancianos y niños, el racismo y la xenofobia, la fragmentación, el miedo... Y así, no dudan en aplicar la política del terror para sustentar su posición privilegiada de dominación imperial y mantener a su clase dominante, la burguesía monopolista de Estado. Esta clase burocrática de Estado, la burguesía monopolista, conforma el complejo militar industrial y está fortalecida por los dos partidos en el poder, Republicanos y Demócratas, los dos sectores de la burguesía que perviven en alternancia y que son los que impulsan con sus decisiones políticas las guerras y el intervencionismo.
Después de conocer todo esto, no debería sorprendernos la reciente visita del secretario de defensa norteamericano, Ashton Carter, que ha venido a España para echar cuentas de los deberes exigidos, pasar revista a todo el entramado militar, al ejército y las tropas e imponer obediencia a los cargos burócratas de la superestructura de Estado y a los funcionarios locales castrenses. Sin duda, sus premisas serán de obligado cumplimiento y de aceptación servil. De hecho, ha expresado su satisfacción por el deber cumplido, manifestando que España es un "ejemplo" para la OTAN y "uno de los aliados más fuertes en Europa". Tras su reunión con Mariano Rajoy, con el Ministro de Defensa, con el Alto Estado Mayor español y con los máximos responsables de la dirección del CNI, queda garantizada la futura e inestimable colaboración mútua así como la financiación que deberá aportar España, duplicando la inversión personal y económica en Defensa y aumentado su estructura militar.
Mientras suceden las maniobras a las que apenas se les ha dado cobertura informativa en los medios oficiales, asistimos a una actualidad mediática inflada por el tema recurrente sobre la posible o no investidura de Artur Mas, los últimos casos de corrupción, con Rato a la cabeza, el enfrentamiento entre Aznar y Rajoy o la nueva imputación del concejal de Ahora Madrid, Guillermo Zapata. Por la intensidad de los hechos y la trascendencia y significado que tiene pertenecer a un organismo como la OTAN que nos obliga a ser coautores beligerantes de su brutal maquinaria de guerra para invadir países, es crucial el poder dar conciencia a la opinión pública del grave problema que se nos presenta.
Con la Firma de los Acuerdos Hispano-Norteamericanos de 1953, durante el Gobierno de Franco, se abrió una nueva etapa que coincidió con un incipiente aperturismo en el que no tardaría en desarrollarse un aumento del grado de dependencia orgánica hacia el aparato político-militar de EEUU, lo que propició la vinculación ideológica de determinados cuadros del Gobierno y la oligarquía española con los hombres de la CIA y los altos cargos del ejercito americano. En definitiva, con los representantes de su Status Quo. Un Estado Mayor dentro de nuestro Estado, fenómeno que, con el paso del tiempo, se ha ido extrapolando a otros ámbitos: medios de comunicación, Justicia, clase política, las élites financieras, etc.
Los acuerdos que en materia militar se han ido firmando gradualmente entre EEUU y España y que en la actualidad inmediata han adoptado un carácter permanente, representan una traición al pueblo español y una violación de las condiciones que se aprobaron en el Referédum sobre la permanencia de España en la OTAN en el que ganó el sí por escasísimo márgen. Tras el igualado resultado y la irrupción de un gigantesco viento popular y patriótico de naturaleza antibelicista entre la población, el Gobierno de Felipe González prometió cumplir tres condiciones que rebajaban el grado de inclusión y participación en el Tratado: la no incorporación a la estructura militar, la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares y la reducción de las bases militares norteamericanas en España.
Por todo lo expuesto, debemos mostrar públicamente nuestro más enérgico rechazo a las maniobras, denunciando la degradación política y la pérdida de soberanía que queda reflejada en la integración en los planes militares de EEUU. Es necesario también crear un amplio debate social al que se puedan sumar las distintas fuerzas progresistas que integran el Parlamento, las Autonomías y los Ayuntamientos, uniendo desde la base a todas las organizaciones políticas y sindicales, movimientos sociales, plataformas de lucha reivindicativa, colectivos y asociaciones ciudadanas y también personas de la calle, susceptibles de apoyar y promover los cambios de orientación necesarios para combatir esta situación.
Hay que decir alto y claro que no queremos estar en la OTAN, ni tener bases militares en suelo español. Hay que acabar de una vez por todas con las guerras.
Bruce Springsteen - Born in the USA
gracias por todo. No cambies
ResponderEliminarque Podemos
Salud y República!!
Hola Belcebú Podremos,
EliminarGracias a tí por vuestra labor. Yo soy de Recortes Cero pero tenemos muchos puntos en común y os animo a que sigáis así. Me alegré mucho cuando lo de los ayuntamientos las pasadas elecciones.
Salud y República!